4/12/2010 04:18:00 p. m.

"Segundo piso de Xochimilco al Toreo"


México (28-01-2005).
Andrés Manuel López Obrador, jefe del gobierno de la Ciudad de México, durante la inauguración de los nuevos segundos pisos sobre el Periférico de la capital mexicana.
FOTO: NOTIMEX/Javier Lira Otero





Por YoConAMLO

En relación con una nota de Laura Gómez Flores que se publicó en La Jornada en la sección “Capital” el 9 de abril de 2010, en cuyo encabezado –en mi opinión bastante alarmista- se lee: “Más tránsito por ampliación de Periférico”, consideré oportuno expresar esta opinión:

Sin ser especialista en urbanismo, transporte y/o vialidad, pero con un poco de más de cincuenta años de haber nacido, vivir y amar tanto a la Ciudad de la Esperanza, pero sobre todo con un poco de sentido común me atrevo a contradecir la opinión de estos especialistas del IPN sobre el proyecto de prolongación del 2° piso en el periférico, ya que ésta me parece con un enfoque demasiado e inadecuadamente técnico, sobre todo tratándose de una decisión de gran relevancia e impacto social. También porque en su exposición no sólo no hacen referencia a otros proyectos paralelos que está desarrollando el GDF con el mismo propósito, sino que proponen "otras opciones", como si éstas no se estuvieran realizando y sean ya una realidad.

Aclaro que de ninguna manera pongo en duda sus conocimientos y experiencia, expreso mi opinión porque me parece oportuno hacerlo y porque seguramente como es costumbre habrá una campaña de golpeteo contra el Jefe de Gobierno de parte de los medios subordinados a la oligarquía que no dudo incluirá asesorías y apoyo “desinteresado“ del PAN, para “demandas y amparos legales” contra el GDF.

En primer lugar no debe olvidarse que por muchos años no sólo se detuvo el desarrollo de vialidades y del transporte público de la ciudad, sino que lo poco se hizo se reduce a obras “cosméticas” con propósitos políticos y económicos de corto plazo pero con daños permanentes para la ciudad, tal es el caso de los “ejes viales” que dañaron el ambiente y el paisaje urbano, la desaparición de la “Ruta 100” para crear la plaga de los microbuses, la construcción de líneas del metro sin adquisición de convoyes nuevos que paulatinamente deterioró la capacidad y calidad de transporte en toda la red, las “modernizaciones” del Tren ligero con cruces con automóviles que multiplicaron los problemas de tránsito, la desregulación del transporte que solapó la proliferación de taxis “pirata”, etc., etc.. Y como cereza del pastel, un crecimiento desmedido e irracional de la zona urbana del Estado de México, cercana al DF y cuya población y automóviles diariamente ocupan vialidades, transportes y servicios del Distrito Federal.
En su exposición, estos especialistas del IPN dicen que: “…esta determinación va contra la experiencia internacional, que da prioridad al espacio público, al peatón, al ciclista y al transporte público”, comparación que me parece no sólo inequitativa sino injusta; inequitativa porque al Distrito Federal se la ha castigado presupuestalmente e impuesto candados y dificultades y, no obstante esto, se avanza en muchos proyectos de este tipo. Adicionalmente, en muchas de esas ciudades del extranjero con las que se la quiere comparar, no sólo se dispone de este tipo de vialidades sino que incluso en éstas ya se han agotado otros niveles de circulación, tanto superiores como subterráneos. Tampoco debe olvidarse que en la Ciudad de México no fue sino hasta apenas el sexenio anterior, durante la administración del Lic. Andrés Manuel López Obrador, que el GDF, entre otros proyectos similares y con muchas restricciones presupuestales, resistencia de la oligarquía y costosas campañas mediáticas en su contra, inició la construcción de esta importante vialidad.

También me parece Injusta la comparación porque no es cierto que “vaya en contra de la experiencia internacional de dar prioridad al espacio público, al peatón, al ciclista y al trasporte público” porque el Gobierno del Distrito Federal ha promovido lo que llama “devolver la ciudad a los ciudadanos” que consiste no sólo en la remodelación y conversión de calles del centro histórico y de sitios importantes en áreas peatonales, sino que retiró vendedores ambulantes que invadían los espacios públicos; a pesar de que la Cámara de Diputados no autorizó recursos para la remodelación del Monumento a la Revolución, y ligar la plaza con la Alameda y el Zócalo, los trabajos tienen ya un avance del 30 por ciento y el 20 de noviembre se reabrirá la Plaza de la República. Ha promovido los paseos dominicales e incluso la facilidad de subir bicicletas al metro; creó también el programa “Ecobici” que pone a disposición de los ciudadanos bicicletas que pueden utilizarse indefinidamente por espacios de treinta minutos, mediante el pago de una cuota anual de muy bajo costo. Incluso, no sólo el jefe de Gobierno, sino sus más cercanos colaboradores y muchos trabajadores de su administración se transportan en bicicleta cada primer lunes del mes.

Sobre la prioridad al transporte público que ha dado el GDF no puede negarse que se están construyendo líneas de Microbús, se creó el “Corredor cero emisiones”, se está construyendo la línea doce del metro, se ha financiado y promovido la renovación y “chatarrización” de taxis y para esta nueva vialidad se tiene proyectado incorporar cien autobuses nuevos Euro IV y V, ecológicos que utilizan diesel ultra bajo en azufre, lo que mejorará no sólo la seguridad y comodidad de los usuarios sino la velocidad de circulación (de 20 Km/h a 30 Km/h), así como de una importante reducción de los tiempos de recorrido y del costo.

Esta es la nota de referencia:

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